La reciente aplicación de tarifas por parte de Estados Unidos hacia México y Canadá ha generado inquietudes sobre su efecto en la competitividad de América del Norte. De acuerdo con la Confederación de Cámaras de Agentes Aduanales de la República Mexicana (CAAAREM), estos aranceles recién instaurados no solo perjudicarán a la economía de la región, sino que también favorecerán a otras partes del mundo, en especial a Asia y a los países que forman el bloque BRICS. La CAAAREM señaló que esta medida, llevada a cabo por el gobierno de Donald Trump, supone un regreso a un modelo proteccionista que podría acarrear repercusiones a largo plazo para las cadenas de suministro globales y para la competitividad de América del Norte en relación con otras economías emergentes.
El presidente de la CAAAREM, Miguel Cos Nesbitt, destacó que las tarifas, que se sitúan en un 25% para productos originarios de México y Canadá y un 10% para los de China, disminuirán la habilidad de los países de América del Norte para competir de manera eficaz en el mercado global. Cos Nesbitt también manifestó su respaldo a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y al pueblo mexicano, subrayando que el país debe estar listo para afrontar las dificultades económicas que surjan de esta nueva situación comercial. En este contexto, la CAAAREM ha reafirmado su compromiso de colaborar con los sectores público y privado, con el fin de desarrollar estrategias que permitan mitigar los impactos adversos de las tarifas.
La confederación indicó que el proteccionismo en Estados Unidos podría dar lugar a que regiones como Asia, y en particular los países del BRICS, aprovechen las oportunidades de mercado que América del Norte está dejando pasar. El grupo BRICS, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ha ganado fortaleza recientemente gracias a su dedicación para desarrollar economías emergentes y la integración de sus mercados. En realidad, los países asiáticos ya habían empezado a implementar acciones para diversificar sus cadenas de suministro, con el objetivo de disminuir su dependencia de mercados tradicionales como el estadounidense.
Con la implementación de los aranceles de Trump, las empresas de México y Canadá tendrán que explorar nuevos mercados y buscar alternativas para sus productos, lo que podría provocar un cambio considerable en las rutas comerciales globales. Esto conlleva no solo una redirección de las exportaciones, sino también un ajuste en las estrategias comerciales a nivel mundial. La CAAAREM subrayó que, aunque estos cambios plantean desafíos, México está capacitado para adaptarse, respaldado por su extensa red de acuerdos comerciales y su creciente vínculo con otros mercados internacionales, como los asiáticos.
A medida que los aranceles de Trump entren en vigor, las empresas mexicanas y canadienses se verán obligadas a buscar nuevos mercados y alternativas para sus productos, lo que podría derivar en un cambio significativo en las rutas comerciales globales. Esto implica no solo una reorientación de las exportaciones, sino también un ajuste en las estrategias comerciales a nivel internacional. La CAAAREM destacó que, aunque estos cambios presentan desafíos, México cuenta con la capacidad para adaptarse, apoyado en su red de acuerdos comerciales y en su creciente relación con otros mercados internacionales, como los de Asia.
Por otro lado, la CAAAREM también advirtió sobre los posibles efectos adversos de los aranceles sobre las cadenas de suministro, la inflación y los precios en los consumidores. La decisión de Estados Unidos de elevar los aranceles podría generar aumentos en los costos de producción, lo que afectaría tanto a las empresas como a los consumidores. Este encarecimiento de los productos, especialmente en sectores como la manufactura, la agricultura y la industria automotriz, podría generar un alza en los precios de los productos importados, lo que afectaría directamente a los consumidores en la región.