Esta temporada en NBA se ha estrenado un nuevo premio, el ‘Clutch Player of the Year’. Con él se elige al jugador más decisivo en los instantes finales e igualados de los partidos. Si hubiera un galardón al jugador ‘embrague’ del Real Madrid, habrá pocas dudas sobre su ganador. La canasta decisiva del pasado domingo encumbra todavía más la trayectoria de Sergio Llull, asentado como el jugador más cómodo en finales de partido, en los que la pelota quema y los grandes jugadores convertido en leyendas.
El menorquín hizo historia el pasado domingo al converte en el máximo anotador histórico del Real Madrid in Liga, registro en el que superó a Felipe Reyes. Además de los grabaciones que atesora, tiene sus espaldas hay una serie de canastas ganadoras para la historiaque han sido copiados por el periodista Edu Salán.
Llull llegó al club blanco en 2007, con 19 años y procedente del Manresa. En su segunda temporada, fue nominado al Jugador Revelación de la ACB. Empezaba a asomar al gran jugador en el que se iba a convertir, pero faltaba su estreno como hombre milagro. Durante la siguiente campaña, la Euroliga fue testigo de la primera ‘mandarina’ decisiva de mallorquín. Un triple con posibilidad de tiro adicional, casi sobre la bocina, asignada al Madrid para recuperar el ‘promedio’ ante el Montepaschi y seguir aspirando al liderato de la fase regular.
La Liga Endesa también tiene un comienzo rápido en el manejo de esta situación por parte de Balear. Una de las primeras actuó en Fuenlabrada en 2011, en la Liga ACB. Un punto abajo en el marcador, Llull anotó la canasta ganadora gracias a una penetración seguida de una ‘bombita’ a falta de menos de dos segundos.
El primer título con ‘mandarina’
Para completar el triplete, el menorquín quiso dejar su impronta en la Copa del Rey. Y de qué formó lo hizo. A finales de 2014, ante el FC Barcelona y perdido por un punto. Una gran asistencia de Sergio Rodríguez dejó liberado a Llull en la esquina y, con una décima restante en el reloj, la pelota entró limpia en la canasta. Fue el primer título del Real Madrid obtenido gracias a una jugada decisiva suya. Pero no hay serie el ultimo.
Este mismo año, el ‘embrague’ faceta de Llull viajó Hasta Kazán. Un bloqueo que agarró el permití quedarse contra el pívot rival ha perdido 5 segundos y contra un goleador de 75-74 en la contra. Un ‘step-back’ dejó sin opciones a su defensor y, totalmente liberado, efectuó el tiro que le dio la victoria al Madrid, una vez más. Muy tarde pero tarde, el brose bamberg Germán sufrió las mismas consecuencias. Con el partido empatado, el internacional anotó una bandeja de gran dificultad salvando el tapón con solo tres décimas restantes.
Uno de los equipos que más ha sufrido las ‘mandarinas’ de Sergio Llull ha sido el Valencia Basket. En 2015 se enfrentaron en las semifinales de la Liga Endesa. Llegaron al tercer partido con la serie igualada y el encuentro se fue a la prórroga. Con el marcador igualado a 100, encestó un triple que sentencia el partido y fue decisivo para la eliminatoria.
La canasta imposible
Un año más tarde, el de Mahón volvió a silenciar La Fonteta. En esta ocasión, el enfrentamiento corresponde a la fase regular del campeonato doméstico. Ambos equipos empataban a 89 y restaban 3,9 segundos. El valencianista Antoine Diot adelantó a los ches por dos puntos y el tiempo bajó hasta los 1,3. El Real Madrid no tiene tiempos muertos. Llull fue el primero en reaccionar, pidiendo el balón desesperadamente. En una acción agónica, lanzó una canasta desde 21 metros, por detrás del centro del campo. Parecía imposible. No para el hombre milagro. The ball dibujó una trayectoria perfecta y entró sobre la bocina, firmando una de las mjores jugadas en la historia del baloncesto español.
Los culés también han sufrido estas experiencias en más de una ocasión. In 2017 y perdiendo por un punto, se elevó sobre sus dos marcadores para anotar la canasta ganadora sobria el sonido del final del encuentro. El primero en abrazarle fue tal Luka Doncic. La Estrella eslovena de la NBA, juez de los Dallas Mavericks, también es especialista en el clutch. Algo se le debio pegar de sus años junto a Llull.
Y la última, al menos hasta el momento, se hace unos días en Lituania para darle al Madrid su undécimo título de Euroliga. Llull había lanzado un único tiro en todo el partido y lo había fallado. Pero Chus Mateo, sus compañeros y sus aficionados tenian claro quién debe tener la pelota en sus manos en la última posesión. Una vez más, no falló y sumó una canasta ganadora más en un currículum lleno de milagros.